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Inflación en EEUU: cambios de foco

Dalibor Eterovic Managing Director & Economist, The Rohatyn Group

Por: Dalibor Eterovic | Publicado: Viernes 21 de julio de 2023 a las 04:00 hrs.
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Dalibor Eterovic

El reciente dato de inflación en Estados Unidos ha tenido importantes efectos en los mercados financieros. Primero, consolida la tendencia a la baja en la inflación norteamericana y se enmarca en una serie de datos positivos de precios a nivel global. La inflación subyacente en ese país se expandió 0.2% en junio, con lo que hoy se encuentra en 4.8% en doce meses y 3.6% en promedio trimestral anualizado. Mas aún, mediciones como la de la FED de Cleveland anticipan una desaceleración de precios mayor en los próximos meses.

Segundo, en la medida que los riesgos inflacionarios disminuyen, también cae la probabilidad de una desaceleración mayor de la economía. Menores presiones de precios en un contexto de crecimiento económico resiliente mejoran los salarios reales y el ingreso disponible de las familias. Esto entregaría soporte a la demanda interna en los próximos trimestres. Además, permite a la FED ir lentamente cambiando el foco de atención desde el control inflacionario, que requiere condiciones financieras restrictivas, hacia el cuidado del crecimiento económico que, de deteriorarse más allá de lo deseable, requeriría una relajación de estas.

“En la medida que los riesgos inflacionarios disminuyen, también cae la probabilidad de una desaceleración mayor de la economía norteamericana”.

En el corto plazo esto se traduce en que en su reunión de política monetaria del 26 Julio y luego de probablemente subir la tasa en 25pb (hoy incorporado en los precios de mercado), la FED consideraría que, de darse su escenario base, ya no serían necesarias nuevas alzas. Al remover el riesgo de tasas significativamente mayores, el foco del mercado se centra en la fecha inicio de recortes. Pero las condiciones macroeconómicas para un recorte son más exigentes. Para pausar bastaría una inflación que, aunque sigue bastante sobre la meta, muestre una tendencia decreciente con expectativas ancladas y una economía estable.

Para recortar se necesita como elemento adicional un nivel de inflación subyacente más bajo, en mi opinión cercano a 3%. De no mediar algún shock negativo sobre la actividad, esto sólo lo veríamos a contar del segundo trimestre del próximo año. Bajas de tasas hacia finales de este año parecen algo anticipadas.

Tercero, una política monetaria norteamericana en pausa genera efectos indirectos positivos sobre economías emergentes. Por una parte, mientras el banco central europeo mantenga un sesgo relativamente más restrictivo que la FED, se debilita el dólar a nivel global. Esto da espacio para la apreciación multilateral de las monedas emergentes. También disminuye, al menos transitoriamente, presiones en precios transables, con lo que se abren espacios para que bancos centrales de emergentes con inflaciones decrecientes puedan ajustar tasas a la baja.

Este ambiente macro continuaría favoreciendo el alto “carry” de monedas latinoamericanas, de Europa central y de los corporativos emergentes de alto rendimiento. También el incremento gradual de la duración en dólares. Con la inflación a la baja, el foco de riesgo para los portafolios se centra en la divergencia global en manufactura y servicios, la desaceleración europea y China, y potencialmente, bajas de tasas muy agresivas en el mundo emergente.

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